El 19 de marzo de 2024 donó Luis Chacón de la Torre los beneficios recaudados por su libro “Las siete vidas de Mawiwi”, en la papelería HiperOffice, uno de los varios puntos de venta que colaboran con el autor en Valdepeñas. Fueron tan solo 200 €, pero en el último año «Mawiwi» no vendió demasiado.
«Supongo que porque es mi primer cuento y ya ha llegado donde tenía que llegar… Pero no me quejo, ojo, porque de Mawiwi se han vendido (desde que empecé en 2015) casi mil ejemplares, y con ellos he ayudado a A-Down Valdepeñas, a Proyecto Lydia, a Natividad de María, a Afibroval, a Pueblos sin Fronteras, y ahora a la AECC», comentó el autor valdepeñero.

En cualquier caso, estos 200 se suman a los 250 que entregó hace un par de años a la Asociación Española Contra el Cáncer de Valdepeñas con otro cuento, lo que hace un total de 450 €. Dicen que lo importante no es la cantidad, sino la calidad, y en verdad que es así, porque es la calidad de las personas la que ha logrado, desde esa abuela que compra un Mawiwi para su nieto, desde ese amigo lejano que regala otro ejemplar a su sobrino, desde esos colegios que los incluyen en su plan de lectura (como el CEIP Inmaculada Concepción, o el CEIP Luis Palacios), o ese AMPA del Club de Lectura del Lucero, que los compra para sus miembros. A todas esas personas y colectivos, expresó su gratitud Luis Chacón.
Tampoco se olvidó en sus agradecimientos de José Carlos de la Dueña, propietario de la papelería HiperOffice, que renunció desde el primer momento a su comisión por tratarse de una campaña solidaria. Ni tampoco de Ana Camacho, su cara visible, a la que vuelve loca a veces con tanto trasiego de cuentos. Ni del resto de papelerías que colaboran con él, porque entre todas ellas se ha conseguido reunir la cantidad entregada.

«Naturalmente debo dar las gracias a Victoriano González, frontman de la AECC en Valdepeñas, por su amabilidad y entrega, así como a los medios de prensa locales, que acuden cada vez que los cito a uno de mis donativos. Especialmente nombro a Sara Laderas, pues me hizo de “correveydile” con el resto de compañeros. Y si me olvido de mentar a alguien, por favor que me disculpe, pero esto de tener a tanta gente buena cerca es lo que provoca, que ya no tiene uno “sesera pa tantos”, jajajaja. Un abrazo enorme para todos», dijo el autor para cerrar el acto, con su habitual buen humor.

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