El pasado 17 de febrero, en Villanueva de los Infantes, hubo una prolongación de los carnavales… Asistía Luis Chacón a la papelería MARI para presentar «Los jubilados los carga el diablo», pero cuál fue su sorpresa al llegar al local que se encontró con los jubilados protagonistas del libro: Atranca-poco, Vuelca-carros, Chumaquer y Trompetilla. Allí estaban cuatro señores de Infantes disfrazados de gañanes, con sus boinas, sus paloduces, sus espuertas de productos de la huerta, su botijo… ¡¡y hasta el tractor rojo que conduce “Atranca” en la novela!!!
Para gozo de todos los que estábamos allí hicieron una representación única e inolvidable. Se metieron totalmente en el papel de los personajes, hablando en manchego «cerrao», voceando, metiéndose los unos con los otros… vamos, lo mismo que en el libro. Se quedó ojiplático el autor valdepeñero viendo tan conseguida actuación. La entrada en tractor la hicieron en el remolque, incluso con una rampilla para que bajara Chumaquer con su andador, tal y como describe Chacón en su obra. Le dejaron sin palabras.


Pero sin palabras le dejaron más tarde al autor, en la presentación en sí, ¡¡porque no le dejaron hablar!! Estaban tan «agustico» dentro de sus roles que siguieron con la performance en la papelería… Así que, entre pitorreos y guasas de los cuatro «jubilados» que le acompañaban, presentó Chacón su novela como pudo. El resultado, a pesar de la locura reinante, fue espectacular, porque los asistentes se lo pasaron pipa con las intervenciones espontáneas de unos y de otros. Fue un desmadre, la verdad, pero quedó muy gracioso.


Y todo esto se lo debe el autor a Ana Auñón, artífice y mente «criminal» del «chow». A ella hay que agradecerle el montaje, aplaudirle la idea y la iniciativa. Jamás se hubiera esperado Luis algo así cuando terminó de escribir «Los jubilados los carga el diablo». ¡¡Sus propios protagonistas en carne y hueso!! ¡¡Increíble!! Pero el mérito de Ana es aún mayor, porque todo este guirigay lo organizó de forma totalmente desinteresada, para colaborar con la campaña que inició Chacón el año pasado en Infantes a favor de la AECC local. Y no solo acaba ahí su solidaridad… esta mujer renunció a cualquier comisión por la venta de mis libros al tratarse de una actividad solidaria.
Luis Chacón: «Ana Auñón, no tengo palabras para agradecerte todo lo que hiciste el pasado sábado. Fue un homenaje en toda regla a mi libro, y como autor me siento muy halagado, porque esto no se vive todos los días. Solo puedo recalcar lo buena persona que eres, el compromiso que imprimes a las causas nobles, lo desprendida que eres con los demás (¡¡a mí me conocías de un día!!), y la pasión que le pones a todo lo que haces (a las pruebas me remito). Eres un solete manchego, jajajaja».
Chacón también dio las gracias a toda la gente que colaboró con Ana, principalmente a los actores: a Trompetilla (José Valverde), a Chumaquer (Toni Bustos), a Vuelca-carros (Ángel Aguado) y a Atranca-poco (Pedro Martínez). También a Lucía, Paula y Patri, que la ayudaron a atender a tanta gente (hubo lleno total). Nombró también a las socias de la AECC local, y a su hermano Pedro, que dio una masterclass de vinos con cata posterior, y por supuesto, y como no, dio las gracias a toda la gente que asistió al evento (incluidos sus padres y su mujer).
«Me vine de Infantes inmensamente satisfecho por la experiencia, y una vez más, en deuda con la gente de esta localidad por su entusiasmo, su participación, su solidaridad y su buen humor. Me preguntaron que si iba a escribir la segunda parte de “Los jubilados”, y que si pensaba volver… ¡Pues por supuesto! ¡Por nada del mundo me perdería algo así! ¡Solo ya con la ilusión que le pusieron al decírmelo merece la pena el esfuerzo de ponerse a escribir! Gracias de corazón, Villanueva de los Infantes y su gente», expresó a posteriori, en Valdepeñas.





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